Alimentación consciente

Alimentación consciente

A la mayoría de nosotros no se nos da bien comer de forma consciente. Tomamos una taza de café y un donut al salir de casa por la mañana y luego nos zampamos un sándwich en nuestra mesa para comer. Y si comemos solos, solemos intentar hacer varias cosas a la vez mientras comemos, poniéndonos al día con nuestras redes sociales o las noticias de nuestros teléfonos inteligentes. ¿Y cuántos de nosotros comemos al menos un par de veces a la semana frente al televisor?

¿Qué es la alimentación consciente? En pocas palabras, es centrarse en los alimentos que estamos consumiendo, saboreándolos y tomándonos el tiempo necesario para apreciar su sabor y su olor mientras comemos. Los beneficios son evidentes. Al prestar más atención a los alimentos mientras los comemos, tendemos a consumir menos calorías, a elegir alimentos más nutritivos y a tener una mejor digestión.


He aquí algunos consejos para poner en práctica el mindfulness en la mesa.

  • Conozca las señales de hambre de su cuerpo. ¿Come porque está estresado, aburrido o porque tiene hambre? Con demasiada frecuencia nos dirigimos al frigorífico o a la máquina expendedora, no porque tengamos hambre, sino por motivos emocionales. ¿Te ruge el estómago? ¿Te sientes débil o mareado? ¿Cuáles son las señales de hambre de tu cuerpo? Comer con atención significa esperar a esas señales en lugar de utilizar un viaje a la sala de descanso en busca de pasteles como una forma de posponer el trabajo en esa hoja de cálculo.
  • Sólo comer. Con tantas distracciones a nuestro alcance, casi ninguno de nosotros se concentra en comer sin hacer varias cosas a la vez, especialmente cuando estamos solos. A veces estamos tan preocupados por otras tareas mientras comemos que ni siquiera recordamos lo que hemos comido.
  • Coma despacio. La mayoría de las comidas actuales son fáciles de engullir a toda prisa, pero el cerebro tarda un rato en darse cuenta de que el cuerpo está lleno (por eso muchos comemos en exceso). Y al reducir la velocidad podemos prestar más atención a los aspectos sensoriales de nuestra comida y apreciarla más plenamente.