Al igual que muchas personas están prestando más atención a lo que ponemos en la mesa, la calidad de lo que los dueños de mascotas ponen en el plato del perro y del gato también está cambiando.
Los alimentos crudos para mascotas están posicionados para un crecimiento continuo, ya que los dueños de mascotas demandan alimentos para mascotas sin ingredientes artificiales, conservantes o rellenos. Las ventas de alimentos crudos para mascotas en Estados Unidos se han disparado de 117 millones de dólares en 2012 a 393 millones en 2016.
Pero con todo ese crecimiento viene la controversia. Muchos veterinarios advierten contra la alimentación de mascotas con dietas crudas, citando los riesgos de contaminación. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), así como el Centro de Control de Enfermedades (CDC), también han advertido contra los alimentos crudos para mascotas debido a la posibilidad de intoxicación alimentaria tanto para las mascotas como para sus dueños. El CDC ha publicado incluso una infografía sobre la seguridad de los alimentos para mascotas.
Cómo resolver el problema de la salmonela
Un estudio citado en el Journal of the American Veterinary Medical Association descubrió que el 45% de la carne cruda con la que se alimentaba a los galgos de carreras daba positivo en la prueba de la salmonela. Y aunque la salmonela no tenga mucho efecto en un perro sano, puede suponer un problema para una mascota anciana o con el sistema inmunitario comprometido. Por no mencionar el peligro de la contaminación cruzada para los propietarios de mascotas.
Entonces, ¿cómo proporcionar la comida cruda para mascotas que sigue siendo "todo natural" sin conservantes artificiales, mientras se mantiene la seguridad alimentaria?
Muchas empresas de alimentos para mascotas como Stella & Chewy's, Nature's Variety, Primal Pet Foods y MiracleCorp están utilizando el procesamiento de alta presión (HPP) como una forma de hacer frente a la contaminación potencial. Al inactivar los agentes patógenos en la comida para mascotas, el HPP elimina la preocupación por las enfermedades transmitidas por los alimentos y la contaminación cruzada, además de prolongar la vida útil de la comida fresca para mascotas. Además, se conservan el sabor, la textura y los nutrientes de la comida para mascotas. La comida para mascotas sigue estando "cruda", ya que no ha sido expuesta al calor, pero ahora es mucho más segura tanto para la mascota como para el propietario.