Enero siempre ha sido el mes de "ponerse sano" con nuevos propósitos, nuevas dietas y nuevos alimentos y bebidas funcionales que probar. Estos son algunos de los ingredientes saludables y de moda que aparecerán en tazones, aperitivos, batidos (e Instagram) este año.
Garbanzos. Y harina de garbanzos. La pequeña legumbre que hace que el hummus sea tan delicioso es una gran alternativa a la harina de trigo. Sin gluten y con un alto contenido en proteínas, la harina de garbanzos puede sustituir a la mayoría de las otras harinas, lo que la convierte en una alternativa saludable para aquellos que buscan eliminar el gluten o aumentar las proteínas.
Leche de avena. Aunque la leche de soja y la de almendras han sido las más populares entre los que buscan una alternativa no láctea para servir un tazón de cereales o preparar un café con leche, la leche de avena se está convirtiendo rápidamente en la favorita de los amantes de las leches no lácteas. Con una consistencia cremosa que hace espuma como la leche láctea, la leche de avena aparecerá en todo, desde los macchiatos hasta los batidos de proteínas.
Dátiles. Naturalmente dulces y un gran aglutinante, los dátiles juegan un papel estelar en las barritas energéticas, las ensaladas, los guisos, los platos de verduras asadas y cualquier otra cosa que necesite un golpe de dulzura rica y profunda. Además, los dátiles aportan fibra, potasio, proteínas, magnesio, manganeso, hierro y vitamina B6.
Microbios. Los probióticos seguirán volando de las estanterías mientras todos cultivamos microbiomas intestinales saludables. Desde el siempre popular L. acidophilus s en el yogur hasta la kombucha cargada de L-Rhamnosus, 2019 será una fiesta probiótica.
Granos antiguos como el amaranto y el freekeh. Con un alto contenido de hierro y zinc, el amaranto es una gran adición a una dieta vegetariana, ya que esos nutrientes pueden ser difíciles de obtener en una dieta basada en plantas. Además, tiene proteínas y no contiene gluten. El freekah es otro grano antiguo rico en fibra y proteínas con un sabor ligeramente ahumado que enamora a los chefs de vanguardia.
Dashi. El caldo japonés a base de kombu (algas secas) y katsuobushi (virutas de atún conservado y fermentado) es una inyección de puro umami que resulta esencial para las sopas de miso y los cuencos de fideos.