Si no cree que el desperdicio de alimentos es un problema, considere esto: Se calcula que más del 40% de los alimentos producidos en EE.UU. se desperdicia. Cada año, los minoristas estadounidenses tiran 43.000 millones de libras de productos, lo que equivale a más de un billón de dólares de alimentos enviados al vertedero. Y el desperdicio de alimentos es el mayor componente de lo que acaba en nuestros vertederos. Además, una vez en nuestros vertederos, los residuos de alimentos se descomponen, emitiendo gas metano a la atmósfera, lo que supone otro problema para nuestro planeta.
Así que, sí, es un problema.
Reducir el desperdicio de alimentos en sólo un 15% ahorraría suficiente comida para alimentar a más de 25 millones de estadounidenses al año y si se pudiera salvar el 25% de los alimentos que se desperdician actualmente, sería suficiente para alimentar a 870 millones de personas en todo el mundo.
Por el lado positivo, el problema del desperdicio de alimentos está recibiendo un poco más de atención estos días. Personajes como el famoso chef Anthony Bourdain se han involucrado en el asunto, filmando una película sobre el tema y participando en el circuito de los programas de entrevistas. Informar a la gente de que existe un problema es el primer paso para solucionarlo.
Algunos actores de la industria alimentaria también se están implicando. Una de las estrategias es cambiar las fechas de caducidad de los envases de los alimentos para que reflejen con mayor exactitud el tiempo de viabilidad de los mismos. Estandarizar el lenguaje de la etiqueta ayudará a despejar la confusión de los consumidores sobre el significado real de la fecha. En lugar de "Vender antes de" o "Consumir preferentemente antes de", la mayoría de los productores del sector pasarán a utilizar exclusivamente "Consumir antes de" o "Consumir preferentemente antes de".
El uso de productos "feos" en sopas y bebidas ha sido otro método para dar un buen uso a los alimentos que, de otro modo, podrían desperdiciarse.
Muchas empresas alimentarias están incorporando tecnología como el procesamiento a alta presión (HPP) para prolongar la vida útil como otra estrategia para combatir el desperdicio de alimentos. El HPP puede prolongar la vida útil de muchos productos de dos a tres veces, todo ello sin añadir aditivos químicos ni conservantes, por lo que se pueden mantener las etiquetas limpias.
Muchas empresas han descubierto que la lucha contra el desperdicio de alimentos no sólo es buena para las personas y el planeta, sino que puede resultar muy rentable para su cuenta de resultados.