Los consumidores de hoy en día están ocupados haciendo malabarismos con sus múltiples responsabilidades, lo que dificulta la preparación de comidas en casa cada noche. A medida que los consumidores se preocupan más por su salud, se alejan cada vez más de la comida rápida y se decantan por alternativas más saludables.
No es de extrañar que las comidas refrigeradas listas para consumir (RTE) de etiqueta limpia estén volando de las estanterías. Por eso, el mercado mundial del procesado por alta presión (HPP) está valorado en 14.000 millones de dólares, una cifra que se espera que se duplique para 2023.
La empresa de alimentos saludables Cedarlane Foods lleva décadas produciendo alimentos naturales y ecológicos. El fundador Robert Atallah creció en el Líbano, hijo de un agricultor. Creció plantando y cosechando sus propias verduras, frutas y granos con su familia.
"Este estilo de vida -y la forma limpia de llevar una vida sana- siempre ha estado arraigado en mí", dijo Atallah.
Atallah se trasladó a Los Ángeles en 1974 con un visado de visitante y unos pocos dólares. Se abrió camino en la universidad y en la industria alimentaria para fundar Cedarlane Foods en 1981, actuando en base a su pasión por los alimentos limpios y naturales.
Durante casi cuarenta años, Cedarlane Foods ha desarrollado métodos innovadores que marcan tendencia para ofrecer opciones saludables a los consumidores ocupados. Por ello, adoptaron la tecnología HPP para llevar comidas sin conservantes y listas para consumir a las cajas refrigeradas de los supermercados y a los servicios de entrega de comidas tanto a nivel nacional como internacional.
La variedad y la calidad de las comidas refrigeradas RTE son impresionantes. Desde wraps para el desayuno hasta tamales, burritos y ensaladas, Cedarlane Foods ofrece cocina de todo el mundo, sencilla, fresca y saludable.
Cedarlane Foods y otras empresas similares ven la creciente tendencia de las etiquetas limpias. Los consumidores prestan más atención que nunca a los ingredientes que contienen sus alimentos. Es importante que los ingredientes de una comida determinada no solo sean conocidos, sino que sean los mismos que el comprador utilizaría si preparara la comida desde cero.
Cuando los alimentos se procesan mediante HPP, se sellan en un envase flexible y se introducen en agua a alta presión. Dependiendo del tipo de alimento que se procese, la presión llega hasta 87.000 psi, cinco veces más que la parte más profunda del océano. La inmensa presión inactiva los patógenos transmitidos por los alimentos y duplica su vida útil, sin necesidad de añadir conservantes ni curar las carnes. Como el proceso no utiliza calor, el alimento mantiene el mismo sabor, textura y perfil nutricional que tenía cuando se envasó por primera vez.
Con los ingredientes más frescos y la tecnología más avanzada, los alimentos procesados a alta presión y listos para consumir facilitan que hasta los consumidores más ocupados se mantengan sanos.