Este Día de Acción de Gracias, nadie sirvió ensalada César. Toda la lechuga romana de EE.UU. desapareció de las estanterías de los supermercados debido a un susto de e-coli. Ni siquiera el sagrado pavo del Día de Acción de Gracias ha sido inmune. Las retiradas de productos de pavo se han sucedido, aparentemente sin parar, desde el pasado mes de noviembre debido a la preocupación por la listeria y la salmonela.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) informan de que uno de cada seis estadounidenses enferma de enfermedades transmitidas por los alimentos cada año, lo que contribuye a 3.000 muertes y 128.000 personas hospitalizadas. La salmonela es una bacteria que puede causar diarrea, fiebre y dolor abdominal durante varios días, pero la mayoría de las personas infectadas con la bacteria se recuperan sin tratamiento. Muchas personas lo achacan a la gripe o a un "bicho" que han cogido. La listeria, o listeriosis, es una infección intensa especialmente perjudicial para las mujeres embarazadas, los recién nacidos y los mayores de 65 años. Y la E. coli puede causar un sinfín de problemas, como diarrea grave, y la cepa más severa puede provocar insuficiencia renal.
Todas estas enfermedades transmitidas por los alimentos pueden ser mortales si no se tratan adecuadamente.
Este último año, se han retirado miles de libras de carne de vacuno, pollo, pavo y cerdo debido a la contaminación por diferentes cepas de E. coli, salmonela y listeria. Además del problema de la seguridad de los consumidores, las retiradas han supuesto una pérdida de millones de dólares para los productores en productos retirados y una responsabilidad para los clientes. Por no hablar de los daños, a menudo irreparables, a la reputación de la marca.
El procesado por altas presiones (HPP) es un método excelente para aumentar la seguridad alimentaria y mitigar el riesgo de retirada de alimentos. El HPP utiliza una presión ultra alta para mantener los alimentos envasados libres de patógenos. Con la HPP, se inactivan bacterias como la Listeria, la E. coli y la Salmonella, por lo que los alimentos se mantienen frescos durante más tiempo y su vida útil aumenta considerablemente.
La HPP puede ser la solución perfecta para aumentar la seguridad alimentaria de productos como los platos preparados, las carnes listas para comer, los zumos, los batidos, los productos lácteos, las sopas, las ensaladas húmedas y las salsas, el marisco y los crustáceos. La HPP ayuda a los productores a aumentar la seguridad de los alimentos y a prolongar su vida útil, al tiempo que ofrece a los consumidores alimentos nutritivos, naturales y sabrosos. Y como la HPP no utiliza calor ni aditivos químicos, los alimentos conservan su sabor fresco y pueden presumir de una etiqueta más limpia.
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